Yo a los 40 empiezo a saber que no sé nada. Más vale tarde que nunca. Y aún así me da la sensación de que hay gente que sabe menos, mucho menos. Me doy cuenta de que la ignorancia es un rincón húmedo y calentito donde se puede vivir muy feliz y muy pagado de uno mismo. Allá ellos.
La doctora Christiane Northrup fue (hace ya algunos años) un descubrimiento, una revelación y la respuesta llana, honesta y directa a muchas preguntas que, o no me atrevía a hacer, o era mejor que no hiciera o para las que no había respuesta en mi universo misógino, integrista y carcamal.
Las mujeres, igual que el resto de la creación, somos seres hormonales y hormonados, causa y efecto de enrevesados procesos químicos mucho más complejos que una falda y un par de tacones, pero mucho más simples y terrenales que una virgen vestal, etérea nodriza de la humanidad.
Las mujeres nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos, igual que los hombres; pero además, y a diferencia de ellos, ovulamos, menstruamos, gestamos, parimos, amamantamos y por fin nos apagamos y lentamente desaparecemos (como los soldados) hasta convertirnos en el polvo del que salimos. Por todo ello estamos toda nuestra vida mucho más a merced de las hormonas que cualquier otro ser viviente - asumiendo que todos lo estamos.
El papel que nos ha dado la naturaleza, desgraciadamente entra en conflicto muchas veces con el que nos da la sociedad, la tradición y hasta nuestras madres. Conjugar todos esos papeles con un mínimo sentido común, productividad, autoestima, destino y felicidad no parece ser una tarea fácil. Conozco demasiadas mujeres, incluyéndome yo en esa lista, que necesitan encontrar su valor en otros que no son ellas: en sus hijos, en sus maridos, en sus trabajos, en sus obras de caridad, en sus partidas de bridge o sus abrigos de visón como si la mera existencia no fuera bastante.
Yo vengo de un entorno en el que la feminidad es vergonzante, la hormonidad un castigo, la sexualidad pecaminosa, y de los flujos corporales femeninos no se habla por que es de mal gusto. (No pasa exactamente lo mismo con los varones).
Pues esta ginecóloga americana habla con una candidez y una profundidad y un sentido común que yo no había oído a nadie, mucho menos en el mercado doméstico.
El trío de libros que traigo hoy son tres joyas que habría que hacer obligatorias en la educación de cualquier mujer.
1. Women's bodies, Women's Wisdom: desde la endometriosis hasta los chakras, nutrición, mitos, síntomas, qué hacer, qué preguntar, a dónde ir. El porqué de algunas cosas y la solución a muchas otras. No hay nada en el cuadro clínico y psicológico en la vida de una dama o pregunta interna o externa que la doctora no conteste en este tomo. Enfermedades venéreas, procesos psicológicos, abortos, dolores, trucos, historias reales, orgasmos, implantes de silicona, cómo se hacen los niños, de dónde viene el dolor de la regla o el de cabeza, qué es el herpes y qué es la progesterona, porqué se engorda, qué comer o no, vocabulario, explicaciones, enfermedades, embarazo y parto, definiciones. TODO. Ojalá me lo hubieran metido con embudo a los 12 años.
2. Mother-Daughter Wisdom: He aquí mi talón de Aquiles. He oído miles de veces ese famoso adagio que dice que los niños no vienen con libro de instrucciones. Pero esta ginecóloga yanki parece haberlo oído y ha querido aportar su granito de arena para ayudar en lo posible, si algo es posible ayudar, a las madres que no las tenemos todas con nosotras y apreciamos una palabra de ayuda, eso sí, imparcial y desinteresada.
Alguien sabía que la rapidez con que un bebé aprende a controlar sus músculos (esfínteres) está relacionado con su carácter y su manera de percibir el mundo? Que los dolores menstruales y los cambios de humor están muy relacionados con el carácter de los padres? Que aprendemos de nuestros padres la capacidad de pensar y de ser felices? Que las películas no son un referente del comportamiento sexual de la gente? Que no hay porqué aceptar lo que no nos gusta, incluso a riesgo de romper una relación aparentemente perfecta? Qué el marido que tu padre quiere para tí, puede no ser el que más te convenga? Que una niña adolescente necesita vitaminas y no necesita chucherías? Que a lo mejor es más sano informar que asustar? O a veces es más sano asustar que informar?
Veo todos los días gente que desprecia estas cosas como si fueran irrelevantes o mentiras o guarrerías; pero también estoy viendo gente que vive con una ignorancia y unos traumas y unas mentiras que no tienen sentido. Ojalá pueda librar a mi hija de todas ellas.3. The Wisdom of Menopause: Yo que estoy menopaúsica perdida a los 40, no sería capaz de afrontar esta etapa de mi vida si no hubiera tenido la precaución (gracias a Oprah) de empollarme este libraco, iluminador, aclarador, tranquilizador. Mucha gente me dice que estoy pirada por andar a estas alturas educándome en la menopausia. Yo considero que lo que es una estupidez es hacerse el sueco y mirar para otro lado y luego pasarse las noches en vela y de depresión en depresión sin saber de dónde vienen las cosas y cómo pelearlas. No espero que el saber me evite los sofocos, el mal humor, los pelos, las arrugas y la osteoporosis, pero creo estar almacenando las herramientas para convivir conmigo misma y con mis síntomas con más recursos y con algo más de paz de espíritu (aunque en realidad yo espíritu no tengo).
No entiendo, me había hecho seguidora para que el mail me avisaa que había algo nuevo, y no me ha dicho nada.
ResponderEliminarEs igual.
Yo no me estoy preparando para la menopausia, que la debo tener a la vuelta de la esquina, y como niños no he podido, pues ese tema no me interesa.